El día de su bautismo, su abuelo Jaume ofreció una peseta por el bautismo de agua y otra por el bau- tismo de sangre. Sacerdote y educador, de trato amable, era superior de la comunidad y director del colegio Santa María de Blanes (Girona). Especialmente en la música era reconocida su fortaleza espi- ritual, su fina sensibilidad y su alma de artista. Con el exalumno Sebastià Llorens, escondió la imagen de la Virgen del Vilar, patrona de Blanes, y los dos fueron asesinados en plena calle, hacia el atardecer, el día 30 de julio de 1936. Sus últimas palabras fueron: «¡Dios mío, Dios mío!». Fue inhumado en un hoyo del cementerio «porque era sacerdote». Hoy descansa en el «panteón de los mártires» en el santuario de San José Manyanet de Barcelona.