Fue exalumno del colegio Santa María de Blanes y de los beatos Segismundo Sagalés y Jaime Puig. Era un joven piadoso, estudioso y trabajador del campo, congregante de San Luis, afiliado en la «Federació de Joves Cristians de Catalunya» y miembro de la Tercera Orden de San Francisco. La Euca- ristía y la devoción a la Virgen del Vilar fueron los grandes amores que le impulsaron con generosidad y sacrificio a toda clase de obras buenas. Su última empresa, mientras pensaba seriamente en el proyec- to de su matrimonio, fue poner a salvo la imagen de la Virgen del Vilar, con riesgo de su vida. La Madre del cielo lo asoció al beato Jaime Puig en el martirio el día 30 de julio de 1936. Sus restos mortales des- cansan en el nicho familiar del cementerio de Blanes.