
¡Aleluya! Jesús ha resucitado. La alegría de la Pascua debe formar parte de nuestra vida y debe ir con nosotros; en casa la compartiremos con nuestra familia. Una familia que se quiere, como se querían en Nazaret Jesús, María y José. La luz de la Pascua es Jesús y celebramos que el AMOR puede con todo, el amor nos une más a los demás y más a Dios.
