
La Cuaresma es un tiempo destinado a la reflexión sobre nuestras actitudes y prácticas llevadas a cabo, supone realizar un camino para prepararnos para la Pascua. En este camino hacia la interioridad, tenemos que dejar atrás todo aquello que nos bloquea, hacer una pausa para analizar cómo estamos. A través de diferentes emociones (máscaras), tenemos que avanzar hacia el amor, hacia Jesús. A lo largo del camino, tendremos que superar diferentes obstáculos y decidir hacia donde quiero ir y “qué máscara ponerme” para conseguirlo
