HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIA
XI ENCUENTRO DE PASTORALISTES MAÑANETIANOS
Tremp, 12 de Octubre de 2012
Ciento cincuenta y tres laicos y veintiún religiosos de la Delegación española —agrupados en tres equipos: familias, jóvenes y profesores— celebramos y fortalecimos la misión de vivir y anunciar el Evangelio de la familia proclamado en Nazaret en un viaje a las raíces, a Tremp (Pallars Jussà), cuna de San José Manyanet.
Fue un viaje rebosante de emociones y alegría programado y servido de manera generosa y espléndida por el equipo de pastoral del colegio JMJ de San Andrés y un grupo de Jóvenes Manyanet. Ellos ya lo habían iniciado la víspera y lo continuaron todavía el sábado (Taüll-Vall de Boí).
En los diferentes momentos, frecuentamos el canto, la oración, el recuerdo del padre Manyanet que nos hace más cordiales, más familia para las familias. Venidos de las diferentes escuelas y parroquias, en Tremp, nos sentimos como en casa.
Antes de comenzar el recorrido, el Sr. Alcalde Víctor Orrit nos invitó a disfrutar de la Villa de Tremp. I seguidamente El P. Josep M. Blanquet SF, con palabra clara y contenida, nos iluminó la infancia, la familia, la formación primera, los primeros pasos de los caminos de Manyanet.
Después, recorrimos las calles del Temple actual, escuchamos y rehicimos historias del XIX en la plazoleta de la Iglesia y en la plaza de la Cruz, cerca del antiguo Hospital de los Pobres, junto a las antiguas torres de la muralla—de las tres que quedan, una es la de los padres, vecina del que fue el colegio San José, el primero—. Aprovechamos la ocasión para visitar la exposición (100 años) El Pallars ilumina Catalunya; para nosotros, ciertamente, del Pallars nos llegó la luz que el padre Manyanet había encendido en su hogar, en la Pila bautismal, a los pies de la Virgen de Valldeflors.
Pero la joya del recorrido, sin duda, fue la visita a la casa de los Manyanet-Vives (Peresall, 3-5), hoy magnífico Casal Manyanet que con un discurso museográfico limpio y cuidado, magnífico, nos acerca a la vida y obra del niño , del joven, del sacerdote y fundador, del santo que perdura en sus obras y en todos nosotros.
El pan del hogar, la regaliz de la escuela y luz de la oración fueron las vituallas servidas en el emotivo peregrinaje que terminó en el interior de la colegiata, también a los pies de la Virgen de Valldeflors. Su rector Mn. Joan Anton Mateu nos saludó i nos invitó a celebrar nuestra fe, que fue presidida por el P. Mas SF y concelebrada por los religiosos que nos acompañaban, fue un entramado de interioridad, de comunidad y de Comunión, de canto, de oración. Sobre los colores azul, blanco y morado—Jesús, María y José—dejamos un corazón de lámparas encendidas, prenda de la luz que cada uno de nosotros tenemos que mantener en nuestras comunidades.
La comida de hermandad, generosa y animada, familiar, cerró el encuentro. El próximo, el XII, Alcobendas (Madrid).
Agradecemos a todas las instituciones tanto civiles como religiosas su acogida y disponibilidad en todo lo que hemos necesitado.
¡San José Manyanet, ruega por nosotros!
